¿CÓMO CURÓ JESÚS AL SORDOMUDO?
En el libro de Marcos, del Nuevo Testamento, se cuenta que Jesús había salido de la ciudad fenicia de Tiro y estaba en Decápolis cuando le trajeron a un hombre sordo que “hablaba con dificultad”. Jesús lo sanó poniendo sus dedos en los oídos y echando saliva en la lengua de aquel hombre.
Aquí va la cita textual: “… le trajeron a uno que era sordo y que hablaba con dificultad, y le rogaron que pusiera la mano sobre él. Entonces Jesús, tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo, le tocó la lengua con la saliva; y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente y le dijo: ¡Effatá!, esto es: ¡Abrete! Y al instante se abrieron sus oídos, y desapareció el impedimento de su lengua, y hablaba con claridad.!” (Marcos 7:32-35). Puedes leerlo aquí en la Biblia.